lunes, 17 de diciembre de 2012

Sola y su alma



Había una vez una mujer llamada Soledad que estaba sentada sola en su casa, muy triste ya que estaba sola en el mundo.
Estaba sola porque unos meses atrás sucedió algo horrible: “el fin del mundo”. Las personas murieron ya que no pudieron hacer nada para salvarse de la horrible catástrofe. Soledad se había salvado porque a ella le gustaba mucho todo sobre la tecnología y la supervivencia.
Cuando Soledad se enteró de los comentarios sobre “el fin del mundo”, lo tomó muy enserio y empezó a advertirles a los demás que muy pronto se vendría la peor catástrofe: “el fin del mundo”. Pero todos en su pueblo pensaron que estaba loca y nadie le prestó atención.
Ella, muy enojada, volvió a su casa y  empezó a crear los planos del túnel que la iba a salvar la vida. A Soledad le llevó más o menos un día para realizar los planos.
Al otro día, a primera hora de la mañana, Soledad (un poco enojada porque nadie le había creído), comenzó su trabajo de cavar y cavar para hacer su refugio. Este estaba quedando muy bien, pero le llevaba mucho esfuerzo. Hasta que estuvo terminado. Después de varias semanas, estuvo listo. 
Nadie entendía qué era ni para qué servía. Solo ella lo entendía su trabajo.
Fue hacia su casa, prendió la tele y, en el canal de noticias, hablaban de "el fin del mundo". Ella, muy asustada, tomó las cosas de la casa que necesitaba para sobrevivir y fue a refugiarse al túnel.
Allí, Soledad, muy cansada, se tomó un tranquilizante y durmió 5 semanas muy profundamente. Cuando despertó, estaba muy mareada. Salió del túnel y vio que no había nada, absolutamente nada y que estaba sola: no había nadie. Entonces se puso muy triste, porque se dio cuenta de que "el fin del mundo" ya había pasado.
Soledad, muy triste, volvió al túnel y se sentó a pensar que sería de ella estando tan sola en un mundo tan grande. Fue en ese momento cuando, de repente, sus cosas comenzaron a moverse. Ella, muy asustada, salió corriendo del túnel y se fue lejos a pensar y de pronto escuchó una voz que le decía “Soledad, estamos  acá, pero no nos puedes vernos por eso movemos los objetos. Para que sepas que estamos acá".
Ella, pensándolo bien, decidió entonces que era mejor matarse para no estar sola. Prefería morirse y estar con los espíritus a estar sola en el mundo. Pero cuando estaba por matarse, se despertó locamente y muy asustada. Ahí se dio cuenta de que todo era un mal sueño, salió corriendo hacia afuera y vio que todos los de su pueblo estaban vivos. Muy feliz fue y los abrazó y luego les contó a los demás cómo fue su loco sueño.
Al final, todos felices y contentos, siguieron realizando su vida normal junto a Soledad.
Por Milagros Siandra, 2 B.

Cuentos de extraterrestres, duendes y ...: Los Gigantes


Había una vez un gigante llamado Gancha que estaba rodeado de objetos y muy pensativo con su cara chiquita y sus pies grandes. Él se sentía triste porque estaba solo, sin amigos ni nada, pensando que nadie lo quería porque era raro. Pero pensó que lo iban a ayudar, así que se alegró. Aunque la ayuda nunca llegó.                                                                                    
Un día, el sol empezó a quedar negro y el gigante Gancha miró y pensó que era un eclipse. Pero después miró bien y vio un platillo volador. En el momento que bajaron se asomó y observó con atención: habían unas personas raras. Él quedó pensando que eran de su especie y que lo iban a llevar a su planeta real. Así fue.
Pero cuando Gacha se subió a la nave, esta se descompuso por eso tuvieron que quedarse hasta que la arreglaran. Mientras tanto, Gacha le iba a mostrando a los otros gigantes el lugar, para no dejarlos incómodos. Una hora después de arreglada la nave, finalmente se fueron. Volaron durante 10 horas hasta que llegaron a su planeta.
Cuando se bajó, él lloró de la alegría porque había muchos gigantes igual esa él. Al rato se acostumbró al planeta nuevo y un trabajo consiguió. Luego de 3 años, él se casó, muy feliz de la vida. Tan alegre estaba que un parque recreativo creó para que sus niños jueguen y se diviertan. Al día siguiente, lo inauguró ganando mucha plata,tanta que un castillo se compró. 
Lamentablemente, al mes se enteró de que tenía cáncer así que heredó a sus hijos toda su plata para que pudieran vivir felices por siempre. Pero él pensó que, antes de morir, quería volver al planeta que una vez fue su hogar. Y así fue.
Cuando llegaron al planeta, él muy contento se puso, aunque a su familia el lugar no le gustó. Por eso se los mostró bien (les mostró todas las cosas nuestras) y entonces les encantó. Ellos, cuando volvieron a su planeta, se encontraron con una sorpresa: un abrazo de todos los gigantes hacía Gancha. Así Gancha, muy contento, se murió.
Por Kevin Rigoni, 2 B.

Cuentos de extraterrestres, duendes y ...: El Gigante Solitario


Hace mucho tiempo había un gigante, llamado Azul. Era un poco deforme porque tenía una enfermedad  muy rara. Por eso nadie lo quería.
El gigante era muy solitario, nunca salía de su casa y nunca hablaba con nadie, siempre estaba solo.
Un día, el gigante Azul bajó porque escuchó unos gritos y carcajadas de unos niños, por curiosidad  empezó a perseguirlos hasta que llegó a un lindo jardín de flores con un hermoso cactus donde los pequeños estaban jugando.
Entonces los niños se dieron cuenta y lo invitaron a jugar, Azul aceptó y jugaron por todo un rato y así por el resto de los días de la primavera y del verano.
En otoño todos estaban muy alegres jugando en el jardín, e incluso asieron  una ronda el rededor del cactus  para cantar.
Pero cuando llegó el  invierno, los vientos soplaban con tanta furia que se congelaba todo que había alrededor. Sin  embargo, el gigante fue al lugar donde jugaban siempre y esperó y esperó…
Pero los niños se habían olvidado del pobre gigante. Azul se entesteció mucho, se fue fue a su casa.
Cuando llegó la primavera, los chicos fueron a jugar y se acordaron de él y se entristecieron mucho porque no estaba. En ese momento quisieron pedirles disculpas y que vuelva a jugar con ellos, pero había un problema, no sabían dónde quedaba la casa de Azul
Entonces decidieron que iban a buscar  por todo el pueblo, pero no lo pudieron encontrar.
Muy tristes, los chicos se fueron a sus casas, menos uno ellos: Javier, uno de los amigos de Azul. En aquel momento decidió ir a investigar un camino que llevaba a una montaña. 

Él  decidió ver que había allí y cuando llegó vio la casa del gigante. Entonces fue a  avisarle a los demás para poder hablar con Azul.
Los chicos fueron hasta donde llevaba el camino y hablaron con Azul y solucionaron el problema. Así volvieron a jugar todos juntos en el jardín. 
Por Jimena Nieto, 2 B.

Cuentos de extraterrestres, duendes y gigantes: Gigant Samaa


Gigant Samaa era un gigante de cuatros metros, con piernas del tamaño de un eucalipto y  brazos largos como un pino. Vivía en una isla desierta. Sus únicos amigos eran un cactus y el sol
Un día Gigant decidió ir a jugar con sus dos amigos. El pequeño, con mentalidad de un chico de nueve años y el cuerpo de un gigante, fue hacia su lugar preferido, la roca, donde se sentaba junto con sus amigos, cactus y solcito.
Se sentó en su querida roca mirando a su amarillo amigo, el sol, luego giró su mirada hacia su amigo verde y peligroso a causas de sus pequeñas espinas. Los miró por largos segundos hasta que decidió romper el hielo.
Ustedes no pueden entenderme- dijo el gigante con una lágrima corriendo por su mejilla.
Tenía la mirada triste y fija en sus dos amigos, esperaba una respuesta, pero en el fondo sabía que ellos dos no podían entenderlo ni contestarle. Se sentía solo y angustiado, quería una compañía capaz de escucharlo, abrazarlo y entenderlo.
Ya cansado, Gigant se paró para retirarse pero una voz lo detuvo. Sí, su queridísimo amigo verde le habló. Gigant levantó sus cejas sorprendido, no esperaba que sus amigos le hablaran, era algo inentendible que, a la vez, le producía una felicidad inmensa. El cactus le había preguntado algo que lo descolocó por completo: 
- ¿De enserio piensas que no podemos comprenderte?- preguntó el cactus mirándolo fijamente. 
Vos sos una planta- dijo el gigante señalando a su amigo verde- y vos, un sol – dijo esta vez señalando a su amigo amarillo. 
- Eso no quiere decir que no tengamos sentimientos ni podamos escucharte- dijo el amarillento sol. Gigant se quedó mirando a sus dos amigos buscando una repuesta más comprensible. 
Pero… No entiendo… Ustedes  ¿pueden escucharme? ¿Pueden hablar? – preguntó el gigante desconcertado. 
¿Qué te acabamos de decir? Tonto, ¿no comprendes? – preguntó a su vez su amigo verde acompañado con una pequeña carcajada de parte de los dos.
-    - Sí, entiendo, pero todavía no lo puedo creer – dijo el gigante emocionado. 
    Gigant desde muy pequeño, siempre, vivió solo. Sus padres habían desaparecido como por arte de magia. Desde ese momento, el gigante con tan solo tres años creció solo. Luego, con nueve años, el gigante salió por primera vez de su cueva viendo así el mundo real. No veía a nadie, era solo él y el sol. Caminó por un sendero de selva y en ese momento notó que el sol lo seguía a donde él iba, caminó aún más rápido para tratar de perder a la esfera amarilla. Aumentó aún más la velocidad mirando hacia atrás notando que al fin había podido librarse de esa cosa amarilla, pero la suerte no estaba de su lado ese día... A causa de que el muy torpe estaba mirando hacia atrás y corriendo a gran velocidad, no fue capaz de notar que una roca estaba frente a su camino. Dirigió su mirada hacia adelante pero ya era tarde, cayó al suelo provocando así un gran salto en las palmeras que estaban allí. Inmediatamente, se levantó avergonzado de su torpeza, levantó la vista y vio la roca que provocó su dura caída, se acercó a esta y vio una figura verde y espinosa, algo raro para él ya que no conocía el mundo real. Se acercó lentamente y temeroso levantó una de sus enormes y pesadas manos tocando a la figura verde y a la misma vez pegando un grito, ya que las puntiagudas espinas lo pincharon. Luego, furioso con esa figura verde, levantó su mirada hacia el cielo viendo allí a su queridísimo “amigo” amarillo. No entendía porque esa esfera amarilla lo seguía, hasta que pensó que, sólo tal vez, él quería ser su compañero. Así pasaron meses y la esfera amarilla, el gran gigante y la extraña figura verde se hicieron muy amigos. 
    Esa tarde, el gigante y sus amistades pasaron la tarde juntos, conversando felices. El pequeño gigante no paraba de hacerles preguntas a sus amigos aprovechando la oportunidad de que ellos podían entenderlo. La tarde pasó volando. Se fue haciendo de noche. El primero en despedirse, obviamente, fue el pequeño (pero no tan pequeño) sol; luego, Gigant se despidió de su amigo verde. Caminó por el mismo sendero que lo conducía asía su casa.
     Ya por la mañana, Gigant se levantó y lo primero que hizo fue ir a visitar a sus amigos. Salió hacia afuera y notó que su amigo amarillo no estaba. En el cielo presentaba una imagen no muy linda, nubes grises abundaban el maravilloso cielo azul amenazando con la caída de una fuerte tormenta. Y, como por arte de magia, la angustia volvió al pequeño gigante. No ver a su amigo amarillo como todos los días lo ponía triste. Enseguida corrió hacia la roca esperando ver allí a su amigo verde, corrió lo más fuerte que podía hasta llegar hacia su destino, miró la roca y luego pasó su vista hacia el lugar de su amigo verde, pero tampoco lo halló allí. Una vez más sus ojos se llenaron de lágrimas saladas y frías. No podía creer lo que le estaba pasando, era imposible que sus amigos hubieran desparecido como si nada.
     Y, como todas las noches, se le vino la imagen de sus padres abandonándolo… Otra vez lo dejaban solo, una vez más tenía que llorar, una vez más sentía morirse, una vez más sentía la soledad. Eso, la soledad, su mayor miedo era ese, quedar solo toda la vida. No podía imaginar una vida feliz con sus amigos y sus padres, la soledad siempre estaba en ventaja y no lo dejaba avanzar ni ser feliz.
     Ahora todo era más raro, como por arte de magia estaba en un lugar desconocido para él, aunque no demoró mucho tiempo en notar que era el centro de la selva. Él había aparecido ahí sin haber movido ni un solo pie. Todo era desconcertarte. Estaba ahí, en el medio de la selva, con las lágrimas a flor de piel y la lluvia pegando en su cara, era y no era, estaba y no estaba y… despertó. Sí, todo fue un sueño, mejor dicho una pesadilla. Gigant se despertó sobresaltado con lágrimas en sus ojos y un nudo en la garganta. Fue la pesadilla más horrible que tuvo en toda su vida. 
      Y así, con las lágrimas corriendo por sus mejillas, salió corriendo de su “casa” en busca de sus amigos. Entre tropezones y desesperación corrió lo más fuerte que pudo. Llegó a la roca, cerró los ojos lo más fuerte que pudo, pestañeó tres veces y los abrió rogando que sus amigos estuvieran ahí. Y si ahí estaban, sintió que el corazón le latía a mil por hora de la felicidad, por un momento pensó que se moría, pero ahí estaban ellos sonriendo extrañados al ver sus lágrimas. 
      - Gigant, ¿Qué sucedió? – preguntó el cactus.
      - Nada, estoy bien – dijo el gigante, no quería que sus amigos se pusieran mal por él.
      - Y ¿Por qué llorabas entonces? – preguntó esta vez su amigo sol. 
      - No, por nada, es que me pone feliz verlos y saber que puedo tener una buena conversación con ustedes – dijo Gigant riendo y fue acompañado luego por sus amigos.
      Y  así Gigant tuvo un final feliz, donde pudo ganarle a la soledad, a la tristeza y la angustia. Por fin sentía que algo en su vida salía bien, que podía ser feliz, gracias a sus dos amigos.  La vida puede dar miles de vueltas, pero creo que siempre está destinada a tener un final ¡Feliz!, y… recuerden, “no todo es lo que parece”.
Por Mica Miño, 2 B.

Cuentos de extraterrestres, duendes y gigantes: El dios Avaporu



En un desierto muy cálido, hace mucho tiempo, existía un Dios de la Esperanza llamado Avaporu. Este concedía milagros, por lo tanto la tribu Himba lo adoraba mucho.  
Pero no era solo una tribu, sino que había una tribu vecina a los Himba, llamada Hamer, que adoraba al mismo Dios.
Una tarde de verano, un indio de la tribu Himba, llamado Cazú, le quizo agradecer por un milagro que le había concedido. Por eso decidió construir una estructura que representara a su Dios Avaporu. Esta misma estructura estaba hecha según su imaginación. La mitad del cuerpo era grande y la otra parte era pequeña, con lo cual quería significar mucha valentía.
El cacique de la tribu Himba decidió que esa misma imagen del Dios se la ubique en un centro de adoración entre las dos tribus. La tribu Hamer estuvo de acuerdo.
Pasó un tiempo y los problemas aparecieron entre las tribus Himba y Hamer. Porque no querían compartir la estructura del Dios de la Esperanza. En ese momento, el cacique de la tribu Himba, llamado Tupá, y el de la tribu Hamer, llamado Zupaqui, decidieron luchar con una guerra tribal para saber quién se quedaba con la estructura del Dios.
Cada cacique avisó a su tribu. Ellos estuvieron de acuerdo con lo que decidido por sus caciques. Entonces, al día siguiente, entrenaron para combatir en esa guerra tribal.
Luego de que cada tribu estuviera lista para luchar, se declaró la guerra. Fue en un desierto cercano al lugar donde vivían. Después de luchar con  mucho esfuerzo, la tribu Hamer logró alcanzar la victoria porque deseaban mucho la estructura de su Dios Avaporu.
Luego de ganar la guerra tribal, el cacique Zupaqui decidió ubicar la estructura de Avaporu en centro de adoración de la tribu Hamer. Este lugar se volvió especial porque, cada año, en la fecha que obtuvieron la estructura, decidieron hacer una ceremonia recordando la lucha y la victoria de todos los que pelearon por la imagen de su Dios.

Por Diamela Toller, 2 B.                              

Cuentos de extraterrestres, duendes, gigantes... El enano enamorado

Había una vez un enano llamado Nialfre que vivía en un bosque lejano, en Sprinfield. Un día, yendo a su trabajo, conoció a una hermosa pitufa rosada llamada Aiyea.
Él estaba deslumbrado por su belleza... En ese momento, Aiyea se dio vuelta y vio que él la miraba fijamente. Por eso se acercó y le dijo: "Hola". Pero el enano se puso nervioso y empezó a tartamudear.
Al día siguiente se volvieron a encontrar en el mismo lugar. Nialfre juntó todo su coraje y se animó a declararle su amor. Ella le dijo que sí.
Pasó el tiempo, se casaron y tuvieron mellizos. Uno se llamó Taka y el otro Gaspi. Y vivieron felices por siempre.
Por Ayelen Stempelatto y Ailen Combis, de 2 A.

Cuentos de extraterrestres, duendes y gigantes (esto es un cuento breve)

Hace muchos años, los selenitas habitaban la luna.
Luego decidieron bajar a la tierra en busca de humanos. Pero los seres humanos, al ver a los selenitas, empezaron a correr y pensaron que eran unos monstruos.
Hasta que un día los selenitas pudieron hablar con los humanos y explicarles que no eran monstruos, sino unos extraterrestres que venían de la luna.
Los seres humanos entendieron que, aunque eran diferentes, no eran malos y les dijeron que podían ser amigos.
Por Judith  Rodríguez, 2 A.

Seres asombrosos: PD.

Revisando papeles observo que han quedados seres asombrosos sin publicación. Ahí van:
El Melca es un hombrecito observador que vive en el espacio. Es de color gris y verde,  su cara es redonda, su cabeza es más grande que su cuerpo. Sus ojos son chicos, de color rojo, y su nariz es redonda. 
Es arisco, y una persona mala. Se maneja solo. Tiene platos voladores que no se ven (solamente él los puede ver).  Siempre se enoja de nada. Es de discutir por todo. Y, nunca, tiene piedad con nadie.
Por Mirta Batalla, de 2 B.

Eso no es cierto.
Melca es una hada muy buena, cariñosa, simpática y divertida. Es petiza, gordita, tiene ojos verdes, pelo negro y enrulado y piel blanca. Usa un vestido de color azul con detalles plateados y zapatos también azules. Tiene una estrella coronando el extremo de su varita, de color plateada.
Lo que más le gusta es cumplir deseos, comer chocolates, todo tipo de dulces y volar por encima de los árboles.
Vive en una caja de cristal muy pequeña.
Por Agustina Losco y Paula Martínez, 2 A.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Cuentos de extraterrestres, duendes y gigantes: Los selenitas

Los selenitas, extraterrestres, bajan mutuamente a la tierra, pero sólo sus cabezas.
Un día, decidieron bajar sin precaución. 

Fueron vistos por dos niños, los cuales fueron corriendo a sus casas para contar lo sucedido.

Luego de un rato, el barrio se enteró de la noticia. Pero nadie les creía a los niños. Decidieron llevar a todo el barrio al lugar donde habían visto a los selenistas. 
Cuando todos llegaron, los selenitas se habían ido.
- ¡Qué mal! - dijo uno de los niños

Afligidos por no poder verlos, decidieron seguir jugando. Mientras los niños jugaban, los selenitas decidieron volver al espacio, su hogar.
Desde ese día no volvieron a bajar.
Los niños aún esperan su regreso.

Por Paula González, de  2 A

Cuentos de extraterrestres, duendes y... El gigante

Hace mucho tiempo, en la ciudad de Corrientes, Posadas, toda la gente estaba muy tranquila haciendo sus cosas pero no sabía que, desde el espacio, en el planeta Mercurio, la estaban pasando muy mal porque no decidían quién iba a venir a la Tierra ni si iban a causar caos y desastres. Entonces se enojaron porque uno había robado una nave y se había venido a la Tierra sin la autorización de los demás.
Luego, cuando ya había pasado la capa de ozono, los científicos se reunieron y llamaron a los profesionales para poder saber qué era eso que venía en la nave espacial. Pero un científico dijo:
- ¡Con nosotros no alcanza!
En ese instante se decidió llamar al gobierno, los militares, los policías y los más capacitados en naves espaciales. Toda la ciudad de Corrientes, Posadas, había quedado en silencio. Solamente estaban los profesionales y los otros expertos mencionados.
Cuando la nave espacial había aterrizado, todos estaban decididos a morir para salvar a su ciudad. Cuando se abrió una puerta de la nave espacial, salió un enorme gigante. Él no les iba a hacer nada ya que había venido a la tierra para conocerla. Estaba muy confundido. Cuando se bajó de la nave espacial, dieron la orden de dispararle. Entonces los demás lo llenaron de balas pero no le hacían nada porque tenía como un escudo que lo protegía de cualquier cosa. El gigante se enojó y, cuando se enfureció demasiado, preparó sus enormes garras; el cabello le quedó todo como chusas; los dientes muy grandes y filosos, preparados para masticar a alguien...

El gigante empezó a hacer un desastre increíble por toda la ciudad, iba destruyendo todo a su paso: edificios, casas humildes y todas las calles.
En el momento menos pensado llegó otra nave espacial con su esposa. Ella se habían enojado con el gigante por lo que había hecho: primero, irse sin permiso y, después, un desastre increíble en la ciudad. Entonces, lo agarró del cabello y lo metió en la nave espacial para que fuera a su casa otra vez a buscar materiales para reconstruir todo de nuevo.
Cuando llegó de vuelta con los materiales, la esposa le dijo que construyera de nuevo todo lo que había dañado. cuando terminó, la esposa le dijo:
- ¿Cómo se dice?
Y el gigante respondió:
- Perdón por todo lo que destruí.
Se subieron a la nave y se fueron otra vez para Mercurio y las personas estaban muy contentas por lo que había hecho la giganta.
Por Lucas Fariñón, de 2 B

martes, 13 de noviembre de 2012


Este año, en la materia de lengua, leí un libro llamado No es justo, escrito por Sally Nicholls, escritora inglesa.
El libro trata de un niño de 11 años, que padece de leucemia, a pesar de esto, él logra cumplir sueños y metas antes de su muerte.
Me gustó mucho y lo recomiendo porque, a pesar de ser un libro triste, deja una enseñanza muy grande de cómo uno mismo tiene que valorar la vida; nos enseña que hay mejores cosas que la fama y el dinero, que el amor, la amistad y la esperanza son más importantes, y es eso lo que vale hoy en día. Nos muestra la otra cara de la vida, la de los pobres o enfermos, nos muestra la fuerza de voluntad que tienen algunas personas, y que si soñamos con hacer o tener algo, lo podemos lograr, porque no importa si sos pobre o rico, feo o lindo, si estás enfermo o no, todo se puede conseguir con un poquito de esfuerzo y esperanzas.
Una de las partes que más me llamo la atención fue cuando su mejor amigo falleció. El amor que tenia este niño hacia él era muy grande, a pesar de las diferencias que mantenían; eso nos indica que no importa quién este a tu lado, nunca hay que discriminar, porque esa persona que hoy dejás de lado por ser diferente puede llegar a ser la que más te entiende.
En sí, lo que nos enseña es que todos tenemos una vida por vivir, que hay que valorarla y quererla como nos tocó, que nunca hay que decir “tengo una vida de porquería” porque no es así. Siempre tenemos que recordar que hay personas que están en estados peores, que la peleíta con tu amiga no es nada, que la enfermedad mortal que tiene otra persona es más grave e importante. ESTE LIBRO TE AYUDA A ABRIR LOS OJOS.  VOS TAMBIÉN PODES CUMPLIR TUS SUEÑOS!
Sobre este libro también hay una película, les dejo el trailer para que lo vean:



Escrito por: Lorenz Ludmila, 3° B

domingo, 11 de noviembre de 2012

Cuentos de extraterrestres, duendes y gigantes: Larry

Adelantándonos al próximo mes, subimos hoy un cuentito:
Un día normal en una ciudad de España, Larry empezó su día como cualquier otro. Fue al baño, se higienizó, tomó el desayuno y salió para el trabajo. Pero cuando llegó a la esquina del lugar en donde trabajaba se encontró con un malvado ser que se hacía llamar Señor Cucaracha.
Este villano se encargaba de ensuciar las casas de las demás personas. A Larry no le gustó para nada esta acción y dijo:
Yo no puedo permitir esto.
Y entonces dio unas vueltas en el aire y se transformó en Larry, el Extraterrestre Salvador. La gente gritaba emocionada al ver al extraterrestre pelear contra ese villano.
Larry pensó que sería fácil vencer al villano pero le resultó muy complicado ya que hacía muchos pero muchos años que no peleaba con alguna persona. Entonces se le ocurrió llamar a Cangrejo, ellos eran amigos desde hacía mucho tiempo. Cangrejo estaba muy atareado pero al escuchar las palabras de Larry dejó todo y salió a su encuentro.
Al hallarse de nuevo juntos, se saludaron y acabaron con Señor Cucaracha. Al terminar la pelea, Larry le agradeció mucho a Cangrejo y se preguntaron de dónde habría aparecido ese villano. Cangrejo le planteó que podría haber aparecido de debajo de la Tierra, como los topos. A Larry no le pareció una respuesta lógica y propuso investigar en todas las cuevas fuera de la ciudad. A Cangrejo le pareció una buena idea, entonces, los dos amigos quedaron en salir a investigar al día siguiente a primera hora y “en mi casa”, exclamó Larry.
El día acordado se encontraron en la casa del extraterrestre. Ya preparados para la expedición, los dos amigos salieron a investigar fuera de la ciudad. Al llegar a las cuevas, Cangrejo le comentó que le daba un poco de miedo. Larry, muy convencido de que no podría pasar nada, le dijo:
Cangrejo, tú pareces más valiente, ¿cómo puedes estar ahí llorando?
 Pero, pero, pero…
Nada de peros, ¡vamos ahí adentro a ver qué encontramos!
Al entrar en las primeras cuevas, Larry y Cangrejo no encontraron nada pero en la última cueva se toparon con una guarida que estaba muy sucia y desordenada. Los amigos se asombraron y dijeron.
Este debe ser el escondite de Señor Cucaracha.
Cangrejo dijo:
Ok, ahora que encontramos la cueva ya podemos irnos.
Larry le contestó:
Sí, por hoy nuestro trabajo está concluido pero ya que estamos saquemos algunas fotos y llevémoslas para mostrárselas a la policía. 
Al llegar a la ciudad vieron que el Señor Cucaracha se había escapado y regresado con algunos amigos. Estos decían:
Arrodíllense ante nuestro poder.
La gente muy asustada le hacía caso al atemorizante conjunto. De lejos se escuchó decir:
¡Nunca nos arrodillaríamos ante ustedes!
Eran los dos amigos. Los villanos, muy pero muy enojados, empezaron a pelear contra Larry y Cangrejo. La batalla duró unos diez minutos hasta que los dos amigos vencieron sin ningún problema al conjunto de villanos.
Larry se encargó de poner tras las rejas a todos los villanos. Luego de esto ya era muy tarde. Entonces, Larry se fue a su casa. Al llegar allí, sus vecinos lo esperaban muy contentos para agradecerle todo lo que había hecho para cuidarlos.  Larry, muy feliz, se fue finalmente a dormir.
Al despertar al día siguiente, prendió la televisión y vio en las noticias que otra vez Señor Cucaracha se había escapado, pero esta vez no lo pudieron hacer sus amigos. Larry, nuevamente, llamó a Cangrejo para ir a la cueva. A Cangrejo no le gustó la idea pero aceptó.
Ambos se dirigieron hacia la cueva y allí estaba Señor Cucaracha que, cuando los vio, dijo:
Aquí los estaba esperando.
Los dos héroes no entendieron y le preguntaron:
¿Qué quieres decir con eso, Cucaracha?.
Ya sabía que iban a venir -dijo el villano.
Pero ¿cómo? -preguntó Larry.
Cuando llegué anoche revise las cámaras de seguridad y los vi a ustedes que entraron en mi casa, entonces, decidí prepararles esta trampa - y enseguida les cayó una jaula y quedaron atrapados-. Ahora, discúlpenme, pero debo ir a causar caos en la ciudad.
Mientras Señor Cucaracha ensuciaba la ciudad, los dos titanes pudieron escapar gracias a las pinzas de Cangrejo. Cuando llegaron a la ciudad, fueron directamente a detener al villano. Cuando Señor Cucaracha se dio cuenta de la presencia de Larry y Cangrejo fue demasiado tarde. Como lo habían hecho las otras dos veces, Cucaracha quedó tras las rejas, pero esta vez en la mejor prisión de toda España.
Cuando terminó la última batalla, el intendente de la ciudad les entregó a los héroes una placa de reconocimiento y les agradeció con un gran festín. Desde aquella vez ningún villano ha pisado territorio en esa ciudad y esto se debe a los grandes amigos Larry y Cangrejo.


domingo, 28 de octubre de 2012

Seres asombrosos: Ojelactro

Para concluir con la serie de seres asombrosos de este año, dos investigadoras han decidido describir a un ser que asusta:
La ilustración con que acompañan su texto es la siguiente:
Por Aldana Caldelas y Jimena  Nieto, 2 "B"

Seres asombrosos: Quetófago II

Otros expertos, que dicen conocer al Quetófago, lo describen de esta forma:

Nueva especie
Es una nueva especie que come desechos del planeta y los transforma en más de esa especie.
Su cara es larga con unos dientes que parecen de acero, orejas de 12 cm, nariz con forma de ciruela. Su estómago tiene un ácido que desintegra los materiales, su cuerpo mide unos 2 metros, tiene cola gruesa y suave.
A pesar de su sabiduría infinita, todos los tratan como un animal asesino, por eso ninguno sabe de su gran saber. Su mente es inalterable y su energía es inagotable e imbatible. Es desgraciado, vengativo y maloliente.
Por Jorge Dri,  Darío Miño y 
Juan Martín Rodríguez Cechetto, de 2 "B"

Seres asombrosos: Betuna II

Nuevos exploradores afirman haber visto al Betuna, pero brindan una descripción muy diferente de este ser:
La descripción es acompañada con la siguiente imagen:
Por Kühnel, Agustina; Villalba, Sandra; 
Mattiassi, Rosario y González, Milagros, de 2 "B"
Otros exploradores, por el contrario, sostienen:
El Betuna.

Es un animal que tiene 3 ojos, 5 patas y un cuerpo parecido al de una persona. Tiene ojos negros, cuernos marrones, su piel es verde.
Le gusta mucho escarbar en la tierra con sus poderosas garras  y tiene 4 cuernos doblados para defenderse de los depredadores y los otros machos en tiempos de celos. Su forma de atraer a la hembra es mostrando sus 3 dientes.
Es agresivo, tiene dientes muy afilados y vive en las tierras de Chubut. Su comida favorita es el yogurt de frutilla. Es malo, envidioso, abundante, inútil y aborrecible.
Acompañan su texto con este dibujo:
Por Siandra Milagros, Natalia Sánchez, 
Lucas Farinón y Mauricio Wallingre, de 2 "B"

Seres asombrosos: Melca II

La última hipótesis elaborada sobre este extraño ser es muy interesante:

El Melca
Melca es un ser extraño proveniente de un lugar desconocido, donde hay un bello bosque. Se caracteriza por sus enormes orejas, su pelo sedoso y verde. Su altura es aproximadamente de 1 metro.
Es muy gruñón, molesto y malo. Suele ser muy torpe e impotente.
Por las noches este ser extraño ronda el bello bosque nocturno en busca de su presa. Le gustan las hierbas verdes, especialmente las hojas de los árboles. Durante el día, le agrada dormir hasta muy tarde. 
Por Rocío Araujo, Candela Salazar y 
Micaela Miño, de 2 "B"

Seres asombrosos: Ciclonídeo

Tres especialistas se animaron a describir al extraño Ciclonídeo. Veamos qué dicen:

Descripción de Ciclonídeo
Es un ser habitante de la luna, más conocido como Arloso.
Este ser o especie es muy torpe, gordo, de unos 47cm. de altura, con pelo enrulado y barba larga. Lo más extraño es que camina, no con sus piernas, si no con sus brazos.
Se alimenta sólo de Asidolio, conocido en la tierra como mate.
Tiene un grito muy interesante que sirve para  localizar a los suyos y también para localizar su alimento. 
Por Juani Cornaló, de 2 "A"

Ciclonídeo
Es un ser abominable, vive en cuevas, es gigante, tiene un solo ojo, una nariz grande, dientes pequeños y labios gruesos. Por su aspecto exterior, posee cuello largo, manos chicas, con dedos gordos, es panzón y tiene piernas de un metro.
Come carne, algunas hojas de árboles y peces. Tiene un olor nauseabundo y camina bien fuerte, rompiendo el piso con cada paso. De carácter fuerte, pero muy inteligente a la hora de conseguir su alimento, es un poco retraído y confiado. No es muy amigable, más bien solitario, arisco, musarañoso y ciclopeado.

GLOSARIO:
Musarañoso: Adj. De carácter fuerte, enojado y miedoso.
Ciclopeado: Adj. Muy inteligente, que sabe conseguir lo que quiere, como la comida o agua.
Por  Celeste Meza, de 2 "A"

El monstruo de las montañas
Ciclonídeo es un monstruo gigantesco que vive en las montañas. Tiene una enorme nariz, un cuerpo muy grande, también una verruga en la mano izquierda.
Su comida favorita son los animales de campo.
Cuando él camina hace un ruido tan temible que todos los que lo oyen salen corriendo. Es abominable, aborrecible y baboso.
Por Agustina Villalba, de 2 "A"

Seres asombrosos: Quetófago I

Sobre el Quetófago ha habido menos discusiones. Uno de los expertos sostiene que es así:

Quetófago.
Esta criatura, muy abundante, vive en el planeta Escaribio, cerca del agua. Su dieta es carnívora (come carne) por eso siempre está cerca de sus presas. Es una criatura de estatura entre 2 y 4 metros, posee gran fuerza y garras muy afiladas, las cuales usa para pescar. Su piel escamosa es de color roja con una franja negra en el lomo.
Por su carácter es musarañoso y escachoso, y no muy inteligente, sólo sigue sus instintos. Es imbatible, preciso y abominable.

GLOSARIO:
Escachoso: Adj. Sigiloso cuando sigue sus presas.
Musarañoso: Adj. Animal de muy mal carácter y humor.
Por Damián Reniero, 2 "A"

viernes, 26 de octubre de 2012

Mi paisaje

Antes de continuar las descripciones de los seres asombrosos (imaginados por los alumnos de segundo), algunos chicos quisieron describir su escuela. Lo hicieron así:

Por Cornaló, Diego; Dirié, Micaela; 
Cettour, Emilio y Toller, Diamela de 2 "B"
    
Nota del editor: Sabiendo lo importante que son los paratextos icónicos en las descripciones, incluyeron dos imágenes (en la segunda se apropiaron del cartel de la primaria, que tiene el nombre que los identifica):


jueves, 25 de octubre de 2012

Día de la diversidad cultural

El 12 de octubre de este año, los alumnos y profesores de la escuela secundaria N° 8, realizamos una jornada de reflexión sobre el derecho a la diversidad cultural de los pueblos latinoamericanos; jornada que concluyó con una radio abierta. Con fotos tomadas ese día, se ha realizado un sencillo vídeo, que subimos a continuación:


miércoles, 24 de octubre de 2012

Seres asombrosos: Betuna I

Tampoco se sabe a ciencia cierta cómo es el Betuna (ni siquiera se sabe si existe). Sin embargo, son muchos los que dicen haberlo visto y se animan a describirlo aquí:

Betuna
Betuna es un  animal extraño. Tiene tres patas. Es gordo. Su color de piel es  negro  y  su  color  de ojos es celeste.  Es  muy  inteligente,  panalojo, perimido, torpe, entrometido, solitario, confiado, arisco  y abundante.
Vive en  la colonia Argentina. Come de todo, por ejemplo guisos, pizzas y empanadas.

GLOSARIO:
Panaloso: Adj. Malo y apestoso.
Perimido: Adj. Triste y  amargo.
Por Emanuel Soldá, 2 "A"

El Betuna
Es un animal carnívoro de dos patas, con dientes muy filosos y su pelaje es gris. También tiene una cola muy alargada y más peluda que el resto de su cuerpo.
Habita en zonas cálidas y sus presas son animales como el mapache, la ardilla y el mono. Puede cazarlas porque es muy rápido, su velocidad llega a los 90 km por hora.
Este animal hace los nidos en los pozos que el  mismo padre hace. La madre permanece en el nido durante 7 meses hasta que nacen  los cachorros. Pueden tener hasta 3 o 4 cachorros.  
Es merluzable y mardocable.


GLOSARIO: 
Merluzable: Adj. De buen trato con las personas amables.
Mardocable: Adj. Molesto con las personas desconocidas. 
Por Fernando Benitti,  2 "A"

Betuna
Es un animal grande que vive en la selva, tiene 4 patas, 3 orejas, sus uñas son largas, es peludo, su color de ojos es negro, sus dientes son blancos y come hojas de árboles.
Es penaloso y musarañoso. También es baboso, espléndido, pecoso e inalterable.
                                  

GLOSARIO:
Penaloso: Adj. Que es un delincuente y debería vivir en un penal.
Musarañoso: Adj. Se aplica a los animales que arañan. Por ejemplo: el gato.
Por Mariela Gómez, 2 "A"

¡El Duende Mágico!
Betuna es un duende mágico que vive en el bosque, su tamaño es mediano. En la cara tiene un lunar del lado izquierdo, una de sus manos es más grande que la otra.
Este come helados y su grito particular es: ¡Huuuuuuuu! Por su aspecto y carácter, Betuna es ganchoso y duqueado. También es bastante arisco, feo, torpe, solitario pero, a veces, un poco simpático. 

GLOSARIO:
Ganchoso: Adj. Se aplica a las personas o animales bizcos y con mirada extraña.
Duqueado: Adj. Que se actúa como un duque, pero no lo es.
Por Abigail Sánchez, 2 "A"

NOTA DEL EDITOR: Como puede observarse, el duende Betuna es muy parecido a uno de los duendes Melca (cuya descripción se incluyó en la entrada anterior).

El ave
La Betuna es un ave que vive en las plantas. Su tamaño es de 2 metros. 
De la boca le salen dos dientes y los ojos le saltan. También es redondito, tiene tres alas pequeñas que miden 50 cm. Come moscas, bichitos bolitas y nísperos. 
Su movimiento es raro: hace tras pasitos para adelante y dos para atrás. No vuela. 
Huele a pescado. Es musarañoso, peñaloso, merluzable, encachoso y duqueado.
GLOSARIO:
Musarañoso: Adj. Se aplica a los animales que molestan a todas horas del día.
Peñaloso: Adj. Muy perezoso.
Merluzable: Adj. Que come lo que encuentra.
Encachoso: Adj. Animal al que le gusta trepar árboles.
Duqueado: Adj. Animal coqueto.
Por Camila Moreira, 2 "A"