Había una vez un enano llamado Nialfre que vivía en un bosque lejano, en Sprinfield. Un día, yendo a su trabajo, conoció a una hermosa pitufa rosada llamada Aiyea.
Él estaba deslumbrado por su belleza... En ese momento, Aiyea se dio vuelta y vio que él la miraba fijamente. Por eso se acercó y le dijo: "Hola". Pero el enano se puso nervioso y empezó a tartamudear.
Al día siguiente se volvieron a encontrar en el mismo lugar. Nialfre juntó todo su coraje y se animó a declararle su amor. Ella le dijo que sí.
Pasó el tiempo, se casaron y tuvieron mellizos. Uno se llamó Taka y el otro Gaspi. Y vivieron felices por siempre.
Por Ayelen Stempelatto y Ailen Combis, de 2 A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario