Luego decidieron bajar a la tierra en busca de humanos. Pero los seres humanos, al ver a los selenitas, empezaron a correr y pensaron que eran unos monstruos.
Hasta que un día los selenitas pudieron hablar con los humanos y explicarles que no eran monstruos, sino unos extraterrestres que venían de la luna.
Los seres humanos entendieron que, aunque eran diferentes, no eran malos y les dijeron que podían ser amigos.
Por Judith Rodríguez, 2 A.
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