lunes, 17 de diciembre de 2012

Cuentos de extraterrestres, duendes y ...: El Gigante Solitario


Hace mucho tiempo había un gigante, llamado Azul. Era un poco deforme porque tenía una enfermedad  muy rara. Por eso nadie lo quería.
El gigante era muy solitario, nunca salía de su casa y nunca hablaba con nadie, siempre estaba solo.
Un día, el gigante Azul bajó porque escuchó unos gritos y carcajadas de unos niños, por curiosidad  empezó a perseguirlos hasta que llegó a un lindo jardín de flores con un hermoso cactus donde los pequeños estaban jugando.
Entonces los niños se dieron cuenta y lo invitaron a jugar, Azul aceptó y jugaron por todo un rato y así por el resto de los días de la primavera y del verano.
En otoño todos estaban muy alegres jugando en el jardín, e incluso asieron  una ronda el rededor del cactus  para cantar.
Pero cuando llegó el  invierno, los vientos soplaban con tanta furia que se congelaba todo que había alrededor. Sin  embargo, el gigante fue al lugar donde jugaban siempre y esperó y esperó…
Pero los niños se habían olvidado del pobre gigante. Azul se entesteció mucho, se fue fue a su casa.
Cuando llegó la primavera, los chicos fueron a jugar y se acordaron de él y se entristecieron mucho porque no estaba. En ese momento quisieron pedirles disculpas y que vuelva a jugar con ellos, pero había un problema, no sabían dónde quedaba la casa de Azul
Entonces decidieron que iban a buscar  por todo el pueblo, pero no lo pudieron encontrar.
Muy tristes, los chicos se fueron a sus casas, menos uno ellos: Javier, uno de los amigos de Azul. En aquel momento decidió ir a investigar un camino que llevaba a una montaña. 

Él  decidió ver que había allí y cuando llegó vio la casa del gigante. Entonces fue a  avisarle a los demás para poder hablar con Azul.
Los chicos fueron hasta donde llevaba el camino y hablaron con Azul y solucionaron el problema. Así volvieron a jugar todos juntos en el jardín. 
Por Jimena Nieto, 2 B.

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