martes, 22 de julio de 2014

Sexto - Jornada

Finalmente, los alumnos de sexto se les propuso trabajar a partir de ciertos textos de Julio Cortázar, Oliverio Girondo y Gustavo Roldán. Las docentes encargadas de acompañarlos fueron Mariana (Matemáticas) y María Inés (Prácticas) junto a la secretaria Marianela.

La jornada comenzó con la lectura de alguno de los textos instructivos de Cortázar: "Instrucciones para llorar", "Instrucciones para cantar", "Instrucciones-ejemplos sobre la forma de tener miedo", "Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj" e "Instrucciones para dar cuerda al reloj"; todos pertenecientes al libro Historias de Cronopios y famas disponible en Internet gracias a la página textosenlinea. 
Tras la lectura, los chicos escribieron sus propias instrucciones, una muy bella "Receta para ser feliz" (que lamentablemente se ha perdido) y otra muy interesante recomendación que, divertidos, leyeron para los más pequeños:
Instrucciones para aprobar un examen
Empezamos por intentar estudiar. Pero, si eso no funciona, procedemos al plan B. Para ejecutarlo, debemos tener en cuenta las siguientes indicaciones:
1 - Buscar un lugar adecuado
2 - Que a su derecha o izquierda se encuentre un alumno de alto coeficiente intelectual
3 - En pleno proceso de examen, girar la cabeza lentamente e intentar visualizar su hoja
4 - Si la letra de su compañero es chino básico, proceder a preguntar: ¿qué dice ahí?
5 - Si no recibe respuesta satisfactoria y no encuentra otra solución, es el momento de sacar el "machete". ¡Y que sea lo que Dios quiera!
¡¡Atención!! En el caso de que usted llegue al punto 5, sea muy discreto y atento.

La segunda propuesta comenzó con la lectura de las canciones Ojalá de Silvio Rodríguez y Noches de Boda de Joaquín Sabina. Aquí los videos:


Luego, en la misma frecuencia, leyeron los siguientes textos:


Por último, teniendo en cuenta que este año se despiden de sus compañeros, escribieron para ellos sus propias "Bendiciones". He aquí algunas:

Que la vida te tiña las canas de buenas experiencias,
Que nunca encuentres un motivo para dejar de luchar,
Que tu sonrisa y alegría sea aliento para los demás,
Que nunca te falte la esperanza
Y que de tu último año te queden hermosos recuerdos.

Que cuando la noche llegue, la luz te guíe.
Que nunca te falte la comida, que te sobre día a día.
Que recuerdes, cuando los problemas te aquejen,
que siempre hay un mañana mejor.
Que pases desapercibido frente a tus enemigos
con la dicha de tener amigos que te quieren
hasta cuando parece
que no hay salida.
Que cuando el diluvio empiece
tengas la suerte de estar ya en tu casa.
Y que entonces recuerdes ese dicho que dice
que siempre que llovió, paró.

Amigo mío.
Tal vez hoy tengas un mal día.
Tal vez los problemas te agotan
y la apatía te brota.
Tal vez las cosas no suceden como tu quieres.
Tal vez el viento no sopla a tu favor.
Pero no debes dejarte vencer
porque luego de cada tormenta
hay un nuevo amanecer.
Te quedan etapas por cerrar
y otras nuevas por abrir.
A cada paso, no te dejes vencer.
Se feliz.

Y con sus palabras cerramos la Jornada y esta serie interminable de entradas: 

 

Quinto - Jornada

Bien... Los chicos de quinto tuvieron que leer y escribir "un montón". La propuesta tenía como objetivo conocer algunas leyendas de los pueblos originarios de Argentina. Para acompañarlos en la experiencia estuvimos la directora Laura, la asesora Valeria y quien escribe, su profe de Literatura Latinoamericana. 
En un primer momento se les entregó un juego de fotocopias con las leyendas, dejando que cada grupo escogiera. Se les dio un tiempo para la lectura individual y luego todos leyeron un fragmento en voz alta. He aquí la selección, elaborada a partir de la digitalización de un viejo libro donado por "la dire":


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Luego, a partir de unas imágenes extraídas del Diario 3 del Litoral de Leonardo Batic, se les propuso escribir (buscando información en Internet, o no, según quisieran) sus propias leyendas.  

Kurupí: la leyenda de las montañas
En la oscuridad de la montaña de los altos Andes se encuentra un robusto duende llamado Kurupí.
Este extraordinario ser ha sido visto por muy poca gente. las personas que lo hicieron lo describen como un enano robusto, con los pies dirigidos hacia atrás, por lo que le es difícil trepar y andar.
Los relatos cuentan que las mujeres que se adentran en las montañas por leña son tratadas cruelmente. en estos casos, el Kurupí viola y mata a sus víctimas. Pero su mayor diversión es raptar a las vírgenes, quienes desaparecen misteriosamente para regresar en cinta y listas para parir a los 7 meses. Una forma de huir de él es cortando su pene, hecho con el cual se vuelve momentáneamente inofensivo, hasta que el pene vuelve a crecerle. 
Este engendro nunca abandona las montañas donde reina con el poder de su sensualidad, excepto para raptar a sus víctimas.

El protector del rebaño 
Un día, un pastor decidió llevar a sus ovejas a un valle llamado Jacy Jateré. Mientras las cuidaba, se dio cuenta de que alguien o algo lo observaba a él y a sus ovejas. 
Entonces decidió acercarse a una roca pero no pudo ver nada, decidió luego alejarse y sentarse cerca de sus ovejas. Desde allí miraba hacia la roca hasta que de repente vio a un pequeño duende rubio y muy bello.
El pastor estaba muy sorprendido y asustado, no sabía qué hacer. 
Entonces decidió acercarse al duende pero este se alejó perdiéndose entre las ovejas. Desde aquel día, nunca más lo volvió a ver. Sin embargo, cada vez que llevaba sus ovejas a ese valle, sentía la presencia del duende.
Al conocer la historia, los habitantes de la zona decidieron llamar Jacy Jateré al duende (debido a que solo se lo encuentra en ese valle).

Aña, el demonio castigador 
Cuenta la leyenda que un demonio llamado Aña se aparece a las personas que son malas en la vida. 
Un hombre de apellido Bastada, robaba y asesinaba continuamente. Un día, estaba solo en su casa, era de noche, cuando se acostó. Entonces un demonio aterrador apareció en su habitación, le dijo se que llamaba Aña y que venía a llevarlo al infierno durante toda la eternidad como castigo por ser tan injusto con los demás.
Bastada quedó medio loco y contó esta leyenda a todo el pueblo hasta que finalmente murió. Desde entonces, la gente del pueblo teme que le suceda lo mismo.

El misterioso Pombero 
Esta leyenda cuenta que en Misiones se encontraba el pequeño duende, el Pombero, que se disfrazaba con pequeños pantalones, un poncho, una gran barba, un sombrero de paja y un bastón.
Este pequeño Pombero tenía poder en su bastón, podía invertir el día en noche y la noche en día. En gran parte del pueblo no había sol, habían caníbales que llevaban los hijos de los habitantes a los montes. Todo esto pasaba por la oscuridad que cubría el pueblo.
En esos tiempos el Pombero no era querido por nadie. Pero, ante la inmensa cantidad de desaparecidos, las personas del pueblo decidieron llamarlo y pedirle ayuda. Porque él tenía el poder de transformar la noche en día, por eso las personas fueron donde se encontraba el duende. Él ya sabía de la situación de los hijos desaparecidos así que decidió poner el día en la noche. Así los caníbales no pudieron raptar más a los niños.
Y de esta forma ganó el Pombero el cariño de las personas del pueblo.

Hada Caá Yarí
Cuenta esta leyenda que hace unos años atrás existía un hada llamada Caa Yarí. Ella fue creada con un propósito maléfico: para engañar a los hombres haciéndose pasar por buena para, luego, enamorarlos.
Pero un día trató de enamorar al hombre equivocado porque, aunque lo que ella buscaba era engañarlo, se enamoró de él. Y este se burló del hada. Por lo tanto, Caa Yarí decidió vengarse haciéndole maldiciones a su familia.
Para deshacer esa maldita maldición, el hombre se tenía que casar con ella, si no el hechizo no se rompería nunca jamás. Si él trataba de hacerle daño, el pueblo recibiría un castigo inmenso.
Entonces, el hombre resignado se casó con ella para deshacer el hechizo y este se rompió. Así pasó a ser el hombre más infeliz y, a su vez, el gran héroe del pueblo Mainumbí.

El trébol de 4 hojas
En alguna parte del norte de Entre Ríos, cruzando la arboleda más grande de la provincia, vivían los duendes lumpaslumpas. Como toda aldea de duendes, tenían un jefe, Puchi Suertes. La familia del jefe estaba compuesta su bella esposa y sus 4 hijas, quienes eran muy unidas. Blanca, Rocío, Rita y María amaban estar juntas, las 4 deseaban encontrar al amor de su vida y vivir en el mismo arbusto, todas con sus respectivos maridos, felices y enamoradas.
Un día como cualquiera, Clara, la esposa de Puchi, salió a recoger frutos pero un jabalí la atacó y se la comió. Cuando Puchi se enteró, mandó a matar a ese jabalí agregando que, el que fuera responsable de su muerte, se casaría con una de sus hermosas hijas.
Después de 20 días, Eric, el duende más codiciado de la aldea, mató al jabalí y se lo entregó a Puchi. Cuando el jefe lo presentó a sus hijas, ellas quedaron impresionadas y las 4 se enamoraron profundamente a primera vista. Después de 5 días de intensa pelea por Eric, las duendes Suertes seguían discutiendo. Su padre les ordenó que fueran a recolectar frutos.
En la copa de un árbol descansaba un hada de las plantas llamada Caá Yarí, quien escuchó discutir a las hermanas. Primero las ignoró, pero después se hartó de escuchar la ridícula pelea y las convirtió en un trébol, cada hermana se transformó en una hoja. De esta forma, las hermanas no se separaron nunca jamás y volvieron a estar juntas para siempre. 
Por esta razón nunca se puede hallar un trébol de 4 hojas, porque el único que existe se encuentra en alguna parte del norte de Entre Ríos, cruzando la arboleda más grande de la provincia. Y sólo ese trébol es el que da suerte, pues las hermanas Suertes estaban llenas de magia.

Cuarto - Jornada

Con los chicos de cuarto año quisimos relacionar la literatura con los restantes lenguajes artísticos porque, sin duda alguna, observar una pintura o escuchar atentamente una melodía son también modos de leer. Las profes responsables de las actividades fueron, por lo tanto, Daniela (música), Alejandra y Adriana (plástica). 

La primer propuesta comenzó con la observación de distintos retratos. La idea era analizar en ellos la luz, los colores, los trazos utilizados... A la hora de tomar lápiz, se le propuso a los estudiantes que personificaran la escuela a partir de los sentimientos y pensamientos que ella les provocaba. Estos son algunos retratos de la Pascual (tal como se la imaginan sus alumnos):

  
 

Luego, se les propuso crear paisajes sonoros. Las palabras y los sonidos están en el mundo, producidos por el hombre, la naturaleza misma y la vida urbana o rural. Hay determinados sonidos que dejan huellas: un miedo, una sorpresa, una alegría, pueden ser activados por sonidos o ruidos. Teniendo en cuenta esto, junto a la profesora de música, los chicos comenzaron a grabar en la escuela efectos sonoros significativos. Finalmente, diseñaron con ellos una historia.

Lo triste fue que, a la hora de la puesta en común, no pudimos escuchar el producto de sus esfuerzos, aún no sé bien por qué problema de incompatibilidad entre el formato grabado de los sonidos y el reproductor.

Jornada - Tercero

El objetivo de las propuestas para tercero era profundizar sus conocimientos sobre los microcuentos. Las docentes responsables fueron Natalia (tutora) y Vanesa (biología), acompañadas por el preceptor Marcelo.
En un primer momento, se les propuso formar grupos de 5/7 personas y escribir microcuentos usando solamente palabras que empezaran con las iniciales de sus  nombres. Por ejemplo: Si el grupo hubiera estado integrado por Juan, María, Camila, Romina y Nahuel, la historia podría haber empezado así: “Mi muela rodó cuando mordí jamones, nunca más morderé cerdos…”. Aquí van dos relatos inventados por los chicos, un poco extraños:

El amigo (escrito por Agustín, Emilio, Micaela, Jose, Lorena, Santi y Mayra)
Salió el amigo a mirar las estrellas a medianoche. Jamás apareció el amigo en el lugar esperado.

El funeral (escrito por Alan, Francisco, Gabriel, Luciana, Milagros y Roger)
Antes moscas fucsias rondaban nutrias incas. Gordas y ridículas nunca llegaron al fantasioso funeral de la iguana loca. La foca intrusa apartó el auto marrón del garaje gris. Allí se armó la guerra de lechugas azules, gatos aburridos y ratas negras. Finalmente feas morsas muy rotas se incluyeron en la guerra, ganaron y se llevaron legumbres mugrientas de regalo.

Luego se les invitó a leer las siguientes microhistorias: 




Ellos debían seleccionar una y escribir, a partir de la misma, otro final. Aquí transcribo algunos de los resultados:

De Pequeños Cuerpos
Los niños entraron a la casa y destrozaron las jaulas. La mujer encontró los cuerpos muertos y enloqueció. Los pájaros no regresaron, luego de que el hombre disparó hacia los cuerpos de los niños, porque el susto fue muy grande.
La mujer empezó a gritar el nombre de los niños, después los alzó y corroboró que estaban muertos. En un suspiro dijo: "Esto no es verdad" y soltando los cuerpos fue a buscar al hombre dispuesta a matarlo. Lo encontró y lo arrastró hasta el lugar donde estaban los cuerpos. Pero al llegar allí descubrió que habían desaparecido.

De Sola y su Alma


Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. 
Golpean la puerta. Ella duda y no sabe si abrir o solo esperar. Al cabo de unos minutos, toma coraje y se enfila hacia la puerta. Se sorprende mucho al ver que del otro lado del umbral se encuentra la nada misma. Piensa que tal vez el sonido fue el producto de su imaginación. Pero, al darse vuelta, su alma está ahí, contemplándola.
Al fin y al cabo comprende que en ese solitario lugar solo quedan ella y su alma y que lo único que la mantiene en pie son sus recuerdos. 

Jornada - Segundo


Aprovechando las vacaciones, sigo contando qué hicimos en la Jornada Escuela, Familia y Comunidad.

La actividad planificada para los chicos de segundo tenía el objetivo de profundizar sus conocimientos sobre el género narrativo. Las profes responsables de llevarlas a cabo fueron Ángela (TICs), Flavia (Matemáticas) y la preceptora Nancy. 
La primera propuesta se vinculaba a los cuentos maravillosos tradicionales. La idea era preguntar a los estudiantes (teniendo en cuenta que no asistieron sus padres) si conocían alguno de los cuentos recopilados por Perrault o los hermanos Grimm, a saber: Caperucita Roja, Blanca Nieves, Cenicienta, Pulgarcito, El gato con botas, etc. Si así era, pedirles que los cuenten; si no, contarles alguno. Lamentablemente no sé bien qué pasó, pues en la puesta en común se entretuvieron con la segunda propuesta. Luego, la idea era proyectar un fragmento del capítulo 4 del ciclo Había una vez del canal encuentro:


Y, acto seguido, leer dos mini nuevas versiones que, en su momento, circularon por Twiter:

La segunda propuesta fue que, en ronda, escribieran un cuento a partir de la fórmula de inicio: “Había una vez…”. La consigna era que cada estudiante agregara una palabra o frase al cuento, manteniendo el sentido y respetando la estructura narrativa típica: situación inicial – conflicto – desenlace. Estos fueron los resultados:

Los duendelfos
Había una vez un elfo que vivía en las tierras de Nagnia junto a su mujer duende y sus hijos duendelfos.
Ellos tenían un gran problema con los minotauros, que venían a asaltar las tierras a través de los portales de Magnun liberados por un malvado mago llamado, precisamente, Magnun. En medio del conflicto apareció Aslam con su ejército de trols para defender las tierras de Nagnia de los malvados minotauros.
Gracias a ellos, la familia vivió feliz y todos comieron perdices.

El perro Pocholo
Había un vez un perro llamado Pocholo que tenía unas orejas tan largas que no las podía tener firmes y se las pisaba cuando caminaba, sus dientes eran blancos y grandes.
Un día, salió a pasear pero los guardaperros lo cazaron, lo pusieron en una jaula de hierro y nadie lo quiso adoptar. Por eso los guardaperros lo querían matar. Lo estaban por matar cuando vino un niño que siempre lo saludaba a Pocholo. En el último momento, el niño lo sacó de la jaula y puso un muñeco parecido a Pocholo. Los guardaperros pensaban que era Pocholo y lo mataron. El niño y el perro escaparon y le dijeron a la policía que los guardaperros maltrataban a los animales si no los adoptaban. La policía arrestó a los guardaperros que nunca más volvieron a hacer eso. Y Pocholo vivió feliz con su nuevo dueño.

Fierita
Había una vez un mono llamado Fierita que vivía en un bosque. Él se alimentaba de frutas y hojas silvestres.
Una noche, un cazador vio a Fierita que dormía muy profundamente. El cazador lo atrapó muy rápidamente sin que Fierita se diera cuenta. Al día siguiente, cuando se despertó, Fierita vio que no estaba más en el bosque. Estaba en el zoológico llamado San Martín. 
Luego de haber explorado todo el zoológico, una noche, Fierita intentó escapar pero no pudo...
Luego de haber estado un tiempo en el zoológico, lo adoptó una pareja muy amable. Fierita quedó muy contento de haber encontrado una familia que lo cuide y le de de comer. Y vivió feliz por siempre.

El gato con hambre
Había una vez un ratón que comía la mortadela que robaba a su enemigo el gato llamado Estrellita.
Un día, el gato lo descubrió abriendo su heladera y le preguntó:
- ¿Qué tenés en la mano?
El ratón muy asustado le respondió:
- ¡Nada! - y salió corriendo muy apurado.
El gato lo siguió y esperó que saliera de su cueva con una sartén. El ratón iba caminando muy lentamente mientras el gato lo observaba detrás de la heladera hasta que, por fin, lo pudo atrapar.
Después de varios días de tenerlo atrapado, a Estrellita le dio hambre y se comió el ratón.

Trilli
Había una vez un árbol con muchas raíces de distintos tamaños y formas. En una de ellas vivía un ser mágico llamado Trilli. Trilli era muy pequeño y pintoresco. Le gustaba salir afuera a mirar los colores del jardín donde vivía y juntar flores para poner en su casa.
Pero un día, Trilli juntó una flor venenosa y se murió. Tiempo después, donde había muerto Trilli, creció otra flor, tan hermosa como nadie nunca había visto.

Como los chicos de segundo son más grandes y valientes que los de primero, se animaron a participar en la puesta en común y, aunque no nos contaron sus hermosos cuentos, adornaron las paredes de la escuela con cinco afiches: