martes, 13 de noviembre de 2012


Este año, en la materia de lengua, leí un libro llamado No es justo, escrito por Sally Nicholls, escritora inglesa.
El libro trata de un niño de 11 años, que padece de leucemia, a pesar de esto, él logra cumplir sueños y metas antes de su muerte.
Me gustó mucho y lo recomiendo porque, a pesar de ser un libro triste, deja una enseñanza muy grande de cómo uno mismo tiene que valorar la vida; nos enseña que hay mejores cosas que la fama y el dinero, que el amor, la amistad y la esperanza son más importantes, y es eso lo que vale hoy en día. Nos muestra la otra cara de la vida, la de los pobres o enfermos, nos muestra la fuerza de voluntad que tienen algunas personas, y que si soñamos con hacer o tener algo, lo podemos lograr, porque no importa si sos pobre o rico, feo o lindo, si estás enfermo o no, todo se puede conseguir con un poquito de esfuerzo y esperanzas.
Una de las partes que más me llamo la atención fue cuando su mejor amigo falleció. El amor que tenia este niño hacia él era muy grande, a pesar de las diferencias que mantenían; eso nos indica que no importa quién este a tu lado, nunca hay que discriminar, porque esa persona que hoy dejás de lado por ser diferente puede llegar a ser la que más te entiende.
En sí, lo que nos enseña es que todos tenemos una vida por vivir, que hay que valorarla y quererla como nos tocó, que nunca hay que decir “tengo una vida de porquería” porque no es así. Siempre tenemos que recordar que hay personas que están en estados peores, que la peleíta con tu amiga no es nada, que la enfermedad mortal que tiene otra persona es más grave e importante. ESTE LIBRO TE AYUDA A ABRIR LOS OJOS.  VOS TAMBIÉN PODES CUMPLIR TUS SUEÑOS!
Sobre este libro también hay una película, les dejo el trailer para que lo vean:



Escrito por: Lorenz Ludmila, 3° B

domingo, 11 de noviembre de 2012

Cuentos de extraterrestres, duendes y gigantes: Larry

Adelantándonos al próximo mes, subimos hoy un cuentito:
Un día normal en una ciudad de España, Larry empezó su día como cualquier otro. Fue al baño, se higienizó, tomó el desayuno y salió para el trabajo. Pero cuando llegó a la esquina del lugar en donde trabajaba se encontró con un malvado ser que se hacía llamar Señor Cucaracha.
Este villano se encargaba de ensuciar las casas de las demás personas. A Larry no le gustó para nada esta acción y dijo:
Yo no puedo permitir esto.
Y entonces dio unas vueltas en el aire y se transformó en Larry, el Extraterrestre Salvador. La gente gritaba emocionada al ver al extraterrestre pelear contra ese villano.
Larry pensó que sería fácil vencer al villano pero le resultó muy complicado ya que hacía muchos pero muchos años que no peleaba con alguna persona. Entonces se le ocurrió llamar a Cangrejo, ellos eran amigos desde hacía mucho tiempo. Cangrejo estaba muy atareado pero al escuchar las palabras de Larry dejó todo y salió a su encuentro.
Al hallarse de nuevo juntos, se saludaron y acabaron con Señor Cucaracha. Al terminar la pelea, Larry le agradeció mucho a Cangrejo y se preguntaron de dónde habría aparecido ese villano. Cangrejo le planteó que podría haber aparecido de debajo de la Tierra, como los topos. A Larry no le pareció una respuesta lógica y propuso investigar en todas las cuevas fuera de la ciudad. A Cangrejo le pareció una buena idea, entonces, los dos amigos quedaron en salir a investigar al día siguiente a primera hora y “en mi casa”, exclamó Larry.
El día acordado se encontraron en la casa del extraterrestre. Ya preparados para la expedición, los dos amigos salieron a investigar fuera de la ciudad. Al llegar a las cuevas, Cangrejo le comentó que le daba un poco de miedo. Larry, muy convencido de que no podría pasar nada, le dijo:
Cangrejo, tú pareces más valiente, ¿cómo puedes estar ahí llorando?
 Pero, pero, pero…
Nada de peros, ¡vamos ahí adentro a ver qué encontramos!
Al entrar en las primeras cuevas, Larry y Cangrejo no encontraron nada pero en la última cueva se toparon con una guarida que estaba muy sucia y desordenada. Los amigos se asombraron y dijeron.
Este debe ser el escondite de Señor Cucaracha.
Cangrejo dijo:
Ok, ahora que encontramos la cueva ya podemos irnos.
Larry le contestó:
Sí, por hoy nuestro trabajo está concluido pero ya que estamos saquemos algunas fotos y llevémoslas para mostrárselas a la policía. 
Al llegar a la ciudad vieron que el Señor Cucaracha se había escapado y regresado con algunos amigos. Estos decían:
Arrodíllense ante nuestro poder.
La gente muy asustada le hacía caso al atemorizante conjunto. De lejos se escuchó decir:
¡Nunca nos arrodillaríamos ante ustedes!
Eran los dos amigos. Los villanos, muy pero muy enojados, empezaron a pelear contra Larry y Cangrejo. La batalla duró unos diez minutos hasta que los dos amigos vencieron sin ningún problema al conjunto de villanos.
Larry se encargó de poner tras las rejas a todos los villanos. Luego de esto ya era muy tarde. Entonces, Larry se fue a su casa. Al llegar allí, sus vecinos lo esperaban muy contentos para agradecerle todo lo que había hecho para cuidarlos.  Larry, muy feliz, se fue finalmente a dormir.
Al despertar al día siguiente, prendió la televisión y vio en las noticias que otra vez Señor Cucaracha se había escapado, pero esta vez no lo pudieron hacer sus amigos. Larry, nuevamente, llamó a Cangrejo para ir a la cueva. A Cangrejo no le gustó la idea pero aceptó.
Ambos se dirigieron hacia la cueva y allí estaba Señor Cucaracha que, cuando los vio, dijo:
Aquí los estaba esperando.
Los dos héroes no entendieron y le preguntaron:
¿Qué quieres decir con eso, Cucaracha?.
Ya sabía que iban a venir -dijo el villano.
Pero ¿cómo? -preguntó Larry.
Cuando llegué anoche revise las cámaras de seguridad y los vi a ustedes que entraron en mi casa, entonces, decidí prepararles esta trampa - y enseguida les cayó una jaula y quedaron atrapados-. Ahora, discúlpenme, pero debo ir a causar caos en la ciudad.
Mientras Señor Cucaracha ensuciaba la ciudad, los dos titanes pudieron escapar gracias a las pinzas de Cangrejo. Cuando llegaron a la ciudad, fueron directamente a detener al villano. Cuando Señor Cucaracha se dio cuenta de la presencia de Larry y Cangrejo fue demasiado tarde. Como lo habían hecho las otras dos veces, Cucaracha quedó tras las rejas, pero esta vez en la mejor prisión de toda España.
Cuando terminó la última batalla, el intendente de la ciudad les entregó a los héroes una placa de reconocimiento y les agradeció con un gran festín. Desde aquella vez ningún villano ha pisado territorio en esa ciudad y esto se debe a los grandes amigos Larry y Cangrejo.