Era el tiempo de diluvio.
Llovía día y noche. Todos se ahogaron con sus rebaños menos un llamero bueno
que se salvó en un leño, adonde llevó papas. Durante el diluvio no se alimentó
de otra cosa que de papas. Pachamama (madre tierra) ha querido que haya papa
para comer. Es lo que ha hecho para los hombres.
Cuando pasó el diluvio, creció la buena papa en el
cerro Saukhari y creció nuevamente y en abundancia toda la vegetación que
alimenta, cura y da fuerza al hombre.
Pachakámaj (padre creador), por orden de Inti
(dios sol), empezó a rehacer las creaturas: hizo levantar a la llamita
acariciándola. El espíritu del mal que vive en el fondo de la tierra y en las
tinieblas, del otro lado del lago, quiso imitarlo e hizo al “tupi”. Y así supo
hacer el creador a sus buenos y bellos hijos frente a otros malignos y
ridículos que hacia el espíritu del mal. Y se levantaron el pajarito frente al
murciélago. El perro frente al ‘’jarrunkka”.
El conejo frente al ratón. La llama frente al guanaco. La vicuña frente
a la alpaca. El cóndor frente al águila. El zorro frente al zorrino. Después
hizo levantar a la mujer en el cerro Saukhari.
En el lugar del diluvio hay dos poblaciones: una
población perdida en ruinas y la nueva, que hizo el creador por la voluntad de
Inti. En vez de un mundo malo, hizo otro bueno. Y será mejor el provenir de las
poblaciones del sol.
Bueno, tras compilar e ilustrar mitos ajenos, algunos alumnos de segundo crearon sus propias historias (de transformaciones y de héroes). Para que no se perdiera todo el trabajo, hicimos una antología. Y como un par de chicos leyeron La Odisea o El Hobbith (no es broma) incluimos también un resumen. Aquí está:
Bueno, tras compilar e ilustrar mitos ajenos, algunos alumnos de segundo crearon sus propias historias (de transformaciones y de héroes). Para que no se perdiera todo el trabajo, hicimos una antología. Y como un par de chicos leyeron La Odisea o El Hobbith (no es broma) incluimos también un resumen. Aquí está: